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Brasil : Ni el crimen organizado, ni la ocupación militar en las comunidades

vendredi 10 décembre 2010

Ni el crimen organizado, ni la ocupación militar en las comunidades

Escrito por Julio Condaque *

Las elecciones terminaron y con eso acabó también el periodo de las falsas promesas. Y, ahora, los trabajadores y el pueblo pobre continúan su sufrimiento. Después del conteo final de votos los precios de los alimentos se dispararon, también subieron las tarifas, pero los salarios continúan siendo los mismos.

El gobierno ya anunció la intención de retirar derechos sociales y laborales. Para los trabajadores fluminenses y cariocas el sufrimiento es mayor. Ellos están impedidos de salir a las calles sin poner en riesgo sus vidas.

Los habitantes de las comunidades pobres de Río de Janeiro viven bajo una presión terrible. De un lado son víctimas de agresiones frecuentes debido al dominio del crimen organizado, del otro sufren las consecuencias de sucesivas incursiones policiales que traen siempre la violencia y la discriminación racial y social contra inocentes.

Durante la campaña electoral, el candidato a la reelección Sergio Cabral afirmaba que su política de seguridad reduciría la violencia en las comunidades más pobres de la ciudad y del Estado. Pero no es eso lo que estamos viendo. A partir de este 21 de noviembre la falsa propaganda electoral fue desenmascarada. La ocupación militar de las comunidades de Vila Crucero y del Complejo del Alemán, lejos de garantizar una vida mejor para estas poblaciones, sólo traerá una vez más la ilusión de que se puede acabar con el tráfico de drogas sólo capturando a algunos “soldados” del crimen, que se esconden en los cerros.

El comercio ilegal de drogas es un negocio capitalista, internacional y muy lucrativo. La venta de las drogas llamadas ilícitas tiene por detrás a grandes empresarios, policías, políticos, miembros de la judicatura, siendo finalmente, una gran empresa cuyas ramificaciones están dentro del propio Estado.

Infelizmente, otra vez vemos la situación repitiéndose. Las incursiones policiales, esta vez con una gran espetacularización de los medios de comunicación, provocan un aumento de la criminalización de la pobreza. Sin embargo, a pesar de toda la propaganda, "El Río contra el crimen", lo que está en curso es una política populista del Gobierno del Estado del Río de Janeiro, con el apoyo incondicional del Gobierno Federal y del Ayuntamiento. El objetivo de Sergio Cabral, Eduardo Paz y de Calamar es garantizar los negocios de la especulación inmobiliaria y de las obras de la Copa del Mundo del 2014 y de las Olimpiadas del 2016, para eso buscan ganar la opinión pública para su política de ocupación militar de estas comunidades.

No defendemos de ninguna forma el tráfico de drogas y el crimen organizado. Para los trabajadores y el pueblo pobre, el crimen organizado no es ninguna alternativa de una vida mejor. Sin embargo, para de hecho acabar con el tráfico ilegal no basta invadir favelas, es necesaria la prisión y confiscar los bienes de aquellos que patrocinan este comercio, de los corruptos y corruptores.

Acabar con el tráfico de drogas debe ser una ambición de todos. Pero, eso no puede significar dar apoyo y una “luz verde” para que estas comunidades sean ocupadas militarmente, con violaciones constantes de los derechos individuales de sus habitantes, con búsquedas absurdas en sus casas, en las calles de sus comunidades, agresiones, prisiones ilegales, entre otras agresiones inaceptables.

La única forma realista de acabar con el tráfico es legalizando las drogas, con el monopolio de su distribución por el Estado, enfrentando la dependencia de estas substancias como una cuestión de salud pública, y no de represión contra los usuarios.

Las drogas y armas no son producidas en las comunidades carentes. La abrumadora mayoría de ellas es importada, pasan por las fronteras, atraviesan el país y la ciudad hasta ser vendidas y consumidas. Los verdaderos traficantes no son tocados. Son empresarios y banqueros que financian la violencia para aumentar sus logros. Esos son responsables por el sofisticado armamento y por la presencia de drogas en Río de Janeiro.

En este momento, la mayoría de la población de estas comunidades acaba apoyando las acciones de la policía y de las fuerzas armadas porque cree que la ocupación militar de sus comunidades traerá una vida mejor, más segura. Pero, la realidad ya comienza a demostrar que la presencia de la fuerza policial sólo significará mayor falta de respeto, represión y desesperación. Y estas operaciones sólo sirven para profundizar los asesinatos de la juventud pobre y negra. Su principal objetivo no pasa de una limpieza étnica para preparar la ciudad para los grandes eventos internacionales ya mencionados.

Los trabajadores no pueden confiar en la policía, hoy ella tiene como objetivo proteger la propiedad privada y no la vida del pueblo pobre. Defendemos el fin de la PM, la desmilitarización de la policía, su unificación y que ella sea subordinada y controlada por los propios trabajadores, sus organizaciones sindicales y populares. De la misma forma, defendemos el derecho a la sindicalización de los policías.

Proponemos que el Estado ocupe estas comunidades con políticas públicas gratuitas y de calidad. Lo que estas poblaciones necesitan es de empleos, salud, educación, habitación y saneamiento básico. No necesitan de la presencia de la policía y de las fuerzas armadas de un estado que no defiende o garantiza sus derechos.

Además de eso, las UPPs (Unidades de Policía Pacificadora), no resuelven el problema de seguridad pública, porque no resuelven el problema social enfrentado por los trabajadores y el pueblo pobre de los cerros del Río de Janeiro. Las UPPs no garantizan empleos, salarios dignos, salud, educación y vivienda para aquellos que viven en las comunidades.

Por eso, convocamos todas las entidades del movimiento sindical, popular y estudiantil, la OAB, la ABI y las demás entidades que luchan por la democracia a realizar una amplia campaña contra la criminalización de la pobreza y de los movimientos sociales. Una campaña que exija el fin inmediato de las ocupaciones militares en las comunidades carentes de Río e inversiones en servicios públicos de calidad.

* Secretaría Estadual de la CSP-Conlutas RJ

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