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Manifiesto a la clase trabajadora panamena

Jueves 12 de agosto de 2010

Manifiesto a la clase trabajadora panameña

Escrito por Comité Ejecutivo LTS - Panamá

Jueves 05 de Agosto de 2010 14:11

Nuestra organización, la Liga de Trabajadores hacia el Socialismo (LTS) quiere compartir con todos los luchadores sindicales y populares de Panamá su análisis de la actual situación política y que debería hacer el campo popular para salir victorioso de ella.

La resistencia obrera pone en crisis la ofensiva patronal de Martinelli.

El gobierno de Martinelli tuvo que enfrentar durante el mes de julio la crisis política más importante de su gobierno. En un primer momento Martinelli dio la impresión de fortaleza y parecía anunciar una “nueva era” marcada por el regreso de lo mas primitivo de la gran burguesía al gobierno.

Rápidamente Martinelli, copó las instituciones del Estado con sus familiares, amigos y empleados y se decidió a atacar los derechos económicos y sociales de la clase trabajadora.

Solo se puede entender la política criminal y antiobrera del gobierno de Martinelli, en el marco de la política que tiene el imperialismo para la región y de cómo la oligarquía panameña, que es su fiel sirviente, la aplica en este país.

En Panamá estamos a las puertas de la aprobación de un Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, un tratado similar funciona en todo el resto de Centroamérica, la aplicación de la Ley 30 solo se puede entender en el marco de estas políticas de recolonización económica, política y militar del conjunto del área centroamericana.

La agresión que Martinelli lleva adelante contra la clase trabajadora es una acción que busca desorganizar y disolver la fuerza organizada de los trabajadores, para que así no puedan responder a los ataques cada vez más duros de la ofensiva patronal. Si analizamos con detalle la Ley 30 esta busca atacar la posibilidad de resistencia colectiva de los trabajadores, pretende reventar a los sindicatos, dividir a la clase trabajadora, impedir en los hechos el derecho a la huelga y promover la impunidad policial.

Esto es así porque Martinelli viene a profundizar hasta las últimas consecuencias el obsceno modelo económico de corte neoliberal, que ya se había organizado en sus formas fundamentales bajo el gobierno del PRD. Este modelo cuyo corazón es garantizarle los buenos negocios a los banqueros, las seguradoras y los grandes grupos inmobiliarios, de construcción y comerciales importadores necesita derrotar la posibilidad de resistencia de la clase obrera para profundizar sus planes de súper explotación.

La insurrección en Bocas del Toro marca el camino de la lucha

La ley 30 encontró la firme resistencia de los trabajadores, en este caso fueron los trabajadores bananeros de Bocas del Toro, agrupados en SITRAIBANA y otros sindicatos obreros, los que marcaron el camino de la lucha.

En Bocas del Toro vivimos una verdadera rebelión popular, no solo por que los trabajadores enfrentaron con valentía y firmeza durante 11 días al gobierno de Martinelli, rechazando la represión policial y sufriendo al menos 9 muertos, sino porque los trabajadores de base del SITRAIBANA rebasaron a su propia dirección e impusieron métodos de lucha insurreccionales que fueron acuerpados por todo el pueblo bocatoreño.

Si bien la fuerza de la rebelión popular en Bocas del Toro, fue contenida por la represión a sangre y fuego del gobierno y costó 9 vidas, la rebelión puso en crisis al gobierno y a toda su ofensiva patronal.

La convocatoria a la acción de huelga el 13 de julio (posterior a los acontecimientos de Changuinola) fue importante, pero no suficiente como para forzar al gobierno a echar atrás. En la huelga participaron de distintas formas los trabajadores de la construcción, del sector educación, de la Universidad de Panamá, en muchísimo menor grado los trabajadores del comercio, hubo acciones también de grupos de estudiantes universitarios en los Centros Regionales. Sabemos que hubo acciones en varios lugares como Santiago, Penonomé, David y La Chorrera. En Colón la huelga fue muy importante, existiendo también casos de gran combatividad como en el Complejo Hospitalario Manuel A. Guerrero, de Colón, a quienes se les ha hecho, por segunda ocasión un descuento salarial por haber participado en la huelga.

Pero para hablar claro en realidad la huelga en Bocas del Toro, estuvo relativamente aislada. Salvo construcción y educación que paralizaron casi completamente, se mostró la debilidad de los aparatos sindicales para detener sectores importantes de la producción. Hay que revertir esta situación.

El gobierno busca detener el proceso de radicalización y lucha social, suspendiendo durante 90 días 3 de los artículos que tienen que ver con el Código de Trabajo y llamando a un diálogo social, el gobierno de Martinelli siguiendo el consejo de la burguesía intenta ahora pasar la ley 30 no por la vía del plomo y la represión, sino sobre la base de la traición y el diálogo en la mesa de negociación.

Por eso nuestra organización quiere ser categórica: ¡Exigimos la derogatoria de la Ley 30 de manera inmediata y nos oponemos a la participación en el falso dialogo social que quiere montar el gobierno!

Hay que dar importantes pasos en la preparación de una huelga general que paralice el país, esta es la única forma de sepultar definitivamente la Ley 30 y los planes de Martinelli.

¿Qué le proponemos al movimiento popular?

Para lograr este objetivo el movimiento popular debería plantearse las siguientes tareas:

1) No caer en la trampa de la falsa concertación del gobierno. No se puede aceptar que se deroguen solo aspectos parciales de la ley 30, FRENADESO, CONATO, ULIP y los Ambientalistas deben mantenerse firmes y unidos en la exigencia que ha unificado a los múltiples sectores en lucha: Derogatoria integral de la Ley 30, la ley carcelazo (que criminaliza las protestas populares) y el decreto que atenta contra el sistema ecológico panameño.

2) Si el gobierno insiste en mantener estos engendros jurídicos las centrales sindicales y populares deberían encaminarse a preparar una auténtica huelga general unitaria, que repita la hazaña de Bocas del Toro en todo el País.

3) Estimamos de gran importancia el proceso de Reuniones Nacionales de Dirigentes que se están efectuando en el país, pero creemos que estas iniciativas deben ser unitarias, no son prudentes en este momento acciones descoordinadas, debemos lograr un único Frente Unitario de Lucha con una fuerte representación de las bases populares, para así tener planes y acciones unificadas y contundentes en las calles. Se deben evitar el burocratismo, el sectarismo divisionista y por su puesto cualquier amago de traición a esta gloriosa lucha. Repetimos, si queremos una verdadera huelga general que le doble el brazo a Martinelli, esta acción debe ser preparada y ejecutada de manera unificada.

4) Hay que exigir la renuncia inmediata de los responsables de la represión en Bocas del Toro, Alma Cortés, del MITRADEL, el director Nacional de la Policía y José Raúl Mulino, ex ministro de Gobierno y Justicia. Así como el juicio y castigo a los responsables materiales e intelectuales de los 9 muertos en Bocas del Toro.

5) Como hemos señalado la política criminal de Martinelli, solo se entiende, cómo un capítulo de la política del imperialismo para la región, por eso creemos que se vuelve de suma importancia exigir la revocatoria de la aprobación del TLC con Estados Unidos que realizara la Asamblea Legislativa.

6) Si un hecho desnuda con claridad el último mes de lucha, es la necesidad de que el pueblo trabajador forje su propio partido obrero y socialista que oriente estas peleas y logre coordinar y generalizar el creciente descontento contra el gobierno de Martinelli. Desde la Liga de Trabajadores hacia el Socialismo estamos realizando el esfuerzo por construir dicho instrumento.

LIT-CI

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